El 31 de Julio comenzaba a rodar una pretemporada ilusionante. El Juvenil A quería ascender a División de Honor Juvenil. Esta temporada el barco iba a estar comandado por un hombre con corazón verde, un hombre de la casa. Aquel chico que con 16 años empezó a entrenar en el Stadium tenía un sueño: devolver a su club a la máxima categoría Juvenil. Sabía que el reto era difícil, pero todos éramos conscientes de que ilusión y trabajo no iba a faltar. Los que hemos estado cerca de él, podemos asegurar que se ha vaciado para conseguir el objetivo. Ha llorado, ha reído, ha sufrido, pero ahora le toca el momento de disfrutar.
Para conseguir el reto se aseguró de contar con un cuerpo técnico a la altura de las circunstancias.
Su ayudante, su mano derecha, Víctor López, un amante del fútbol base. Solo lleva 2 temporadas en el Stadium, pero ya tiene sangre verde. Siempre dispuesto a echar una mano a sus compañeros. No le importa si le mandamos a ver un partido al campo de al lado o a 100 kilómetros. El siempre está dispuesto a ayudar.
Su fisioterapeuta, Javier Berdie, otro verderol de cuna. Siempre atento a las necesidades de los chicos, no solo del Juvenil A, sino de cualquier categoría.
El preparado físico, Miguel Luis Casado, más conocido como El Gasolinas. Siempre animando, siempre con una sonrisa, siempre apoyando a los pequeños en sus partidos.
Y por último, Juan Jiménez, el delegado. Cualquier cosa que digamos de este hombre se queda pequeña. Cómo prepara todo, cómo trata a los chicos, cómo anima.
Es verdad que la mayoría de elogios se los llevará Pepe Borque, pero sin estos cuatro ayudantes el mismo sabe que hubiera sido imposible. No son un cuerpo técnico, son una familia. Y se nota en todo lo que hace.
Pero esta familia no solo la componen 5 personas. La clave del éxito ha sido el vestuario. No eran un grupo de jugadores, eran una familia con un objetivo común: devolvernos a donde el club lo merecía. Gracias a Mazas, Aure, Roche, Escolano, Lato, Nogueras, Iñigo, Manu, Toño, Carlos, Cristian, Yoyo, Sergio Teruel, Sergio Tambo, Alvarez, Charlez, Mouad, Lázaro y Suñen. Han sido una piña tanto dentro como fuera del campo, apoyándose en los buenos y malos momentos. Solo por ver sus caras de felicidad durante la comida de ayer, ha merecido la pena tanto esfuerzo. Han trabajado desde ese 31 de Julio como jabatos, sacrificándose para no faltar a entrenamientos. Ayer, 13 de Mayo, consiguieron el objetivo. Y la mayoría de ellos disfrutará el año que viene. Jugarán en la máxima categoría del fútbol Juvenil. Y seguro que dejarán al Stadium Casablanca en lo más alto posible.
Pero ayer no solo fue un día especial para ellos. Tanto el Juvenil B como el Juvenil C conseguían el ascenso de categoría. Carlos Basarte era un hombre desconocido para la mayoría del club. Pero los que le conocíamos sabíamos lo que nos iba a aportar. Trabajador incansable, muy exigente. Siempre dispuesto a ayudar a los demás entrenadores de la sección. En poco menos de un año se ha ganado el cariño de todo el club con su simpatía. Sus jugadores han hecho una temporada magnífica. Casi toda una plantilla de primer año han conseguido ascender a Liga Nacional Juvenil.
Y lo del Juvenil C no tiene nombre. Gente de la casa desde pequeños se han vaciado en el campo para ascendernos a Juvenil Preferente. Su entrenador merece una estatua. Todos conocíamos a Pablito pero este año se ha superado. Un equipo que en las 20 últimas jornadas solo ha perdido un partido.
Nuestros 3 equipos han conseguido un ascenso histórico. Toda la sección de fútbol estamos orgullosos de ellos.