- El Stadium Casablanca copa el pódium del campeonato autonómico, e incluso el Top5 masculino, con la pareja como referencia en el valle de Tena.
Allá por el 2013, serpenteó la Vuelta por la antigua carretera de Formigal, hacia una meta 4km arriba de Sallent. Atacó furioso un novato francés de apellido Bargil, Warren Bargil, que alcanzó la gloria por un tubular sobre Rigoberto Urán. Por detrás, Chris Horner, nada más y nada menos que con 41 años, daba un susto a Nibali para robarle la cartera, las fuerzas y de paso la roja ya en Madrid.
Nueve años después, Lucas Aurell sube con el mismo ímpetu y casi las mismas fuerzas, desencadenado, como si el final de la prueba estuviera arriba. Y se tira loco para abajo, y sorprende, porque no se cansa y encima corre bien. Ni tan mal, cuarto de Aragón un viejo ciclista, gato en el agua.
Celebraba Sallent de Gállego su IV triatlón sprint, por fin sin tormentas pirenaicas, porque la tromba la puso el Stadium, dueño y señor de la prueba de principio a fin, de chicos a chicas, de jóvenes a veteranos. Y entre ellos, pareja de ganadores, Marta y Zorrilla, Borbón y Fernando, que apuntan a diarquía espartana, dos reyes para compartir cetro.
«La ocasión perdida, esa es la que cuenta» escribió Antoine de Saint-Exupéry. Y lo tomó al pie de la letra Borbón, Principita del Stadium, para aprovechar cualquier atisbo de oportunidad, de éxito.
Por eso la carrera femenina fue un ‘una contra una’, Marta, Irene Moro y Gala Ortega. Cada una guardando las distancias, contrarreloj femenina y las tres del Stadium, porque no querían perder la oportunidad de escalar a lo más alto. La casa por la ventana y a remar en solitario sin mirar atrás, sin perderse nada; resultado: pódium en verde.
La carrera masculina fue también made in mapei de principio a fin, con Coscolla y Dani Tolosa en cabeza que se ven tranquilos, poderosos en natación pero con el retrovisor puesto. Golpetean las ruedas contra el sufrido asfalto después, flotando las manos sobre el manillar al estilo París-Roubaix y Fernando alcanza cabeza. Ya solo hay Stadium. Pero aquí no hay pavé, adoquinado, sino lo que antaño fue carreteras y ahora solo desidia gubernamental del Aragón olvidado. Lo mismo da, lo importante es sufrir y sobre todo hacer sufrir. Y aprieta Zorrilla y el rival solo mira desde detrás su piñonera que rebota, concentrado y quejoso, hasta que se rinde y no puede más: 200, 300, 400 watios y más. Al final todo estalla por su peso. Flotan las manos, el alma y la vida; el cerebro dice quiero pero el corazón no puedo. Y Zorrilla se va, y ya lo han visto. Capitán y llanero solitario. Los dos nadadores se repartirán el botín restante.
De ahí a meta, en un valle de Tena que se rinde al trabajo bien hecho, de TrainningPeaks a entrenadores, de lo individual a lo grupal. Sí, entrenamos juntos; sí, disfrutamos juntos; sí entrenamos fuerte y sobre todo suave; los buenos y los aún más buenos; sí, chicas y chicos, nadadores y ciclistas, los de larga y los de emociones breves.
“Todos ‘alto rendimiento’. Su máximo rendimiento”, me dijo un veterano una vez. Pódium femenino: verde; pódium masculino: verde, además de todo el Top5 y 7 de los 10 primeros. 37 stadiums en meta, casi nada.
Sallent de Gállego || por Jorge Tolosa