Aragón a pie por GR 15. San Martín de Veri – Alins
Tras la foto de rigor en San Feliú de Veri se inicia la marcha a las 10h 20 min, evitando el tramo de el GR 15 entre la citada población y Abella, debido a la erosión producida el invierno pasado en el sendero y que aún no ha sido rehabilitado. Félix había estado con un grupo preparando la excursión y llegaron a un lugar con el camino cortado, teniendo que volver a San Feliú, en donde les indicaron la pista que había que seguir hasta Abella.
Dado que se había informado de que había que cruzar varios barrancos, hubo quienes llevaron sandalias en la mochila por si fuera necesario para cruzarlos sin mojarse las botas, pero no fue necesario.
Tres polizones se unen al grupo desde el punto de partida. Son tres perros que parece que quieren acompañarnos, aunque uno de ellos se vuelve al poco tiempo. Retrocedimos unos 200 m por la carretera de acceso a San Feliú, dejando la estampa del pueblo con la torre de su iglesia y el pico Baciero (2.115 m) al fondo y al suroeste y tomamos una pista que sale a la derecha, internándose en el bosque de pinos, yendo en paralelo aproximadamente al sendero GR 15, a distancias que oscilan entre unos 200 m y 500 m del mismo.
Los perros iban y venían a lo largo del grupo sin retroceder hacia San Feliú. Cruzamos casi sin darnos cuenta un collado a unos 1.490 m de altitud junto a un extenso campo de hierba rodeado de bosque. Al norte teníamos el conjunto de picos Gallinero-Basibé, con sus extensos tascales en sus faldas. Al suroeste se levantaba el macizo del Turbón en el que una niebla mañanera reptaba por la ladera oriental. Extensas laderas de pino negro se extendían por las faldas de la montaña. Al norte los macizos de Eriste y Posets se recortaban en el horizonte.
Tras el collado descendimos suavemente por la pista, llegando a enlazar con el sendero GR 15 poco antes de llegar a Abella. El tejado piramidal de pizarra de la torre de la iglesia, brillaba a contraluz en un conjunto arquitectónico típico pirenáico. En un amplio secadero situado en una primera planta de un edificio, un conjunto de geranios rojos adornaban su parte central. En un huerto junto al sendero había flores plantadas formando una estampa multicolor en la parte superior de un prado.
Dejamos Abella y descendimos hacia el barranco de Espés o de las Navinas según el mapa utilizado, llegando a un cruce no señalizado en donde Félix esperó al agrupamiento e indicó el sendero correcto hacia la orilla izquierda del barranco. Caminamos un tramo de unos 400 m junto al barranco de Espés, cruzándolo fácilmente por unas piedras aunque alguien encontró otro paso muy cerca y también se utilizó.
Tras el cruce del barranco se remontó unos metros la ladera opuesta entre el bosque, ganando perspectiva sobre las pendientes laderas de un verde y estrecho llamado La Paúl. El sendero volvía a descender hacia el barranco para cruzarlo. Antes de llegar el grupo ya estaban los dos perros polizones metidos en el agua del barranco. El sendero después seguía junto al cauce del río, pasando junto a las ruinas del molino de Espés que no reconocimos como tal, suponiendo que era una borda, extrañándonos la existencia de una barandilla metálica junto al mismo.
La esbelta y estrecha torre cuadrangular de la iglesia de Espés Bajo emerge en el horizonte próximo, en la parte más alta del pueblo, sobre el inclinado campo de hierba en el que hay cinco pilas de heno alineadas, formando una estampa no usual en este territorio. Llegamos a Espés Bajo. En la entrada del pueblo, a la sombra de unas casas, hacemos un descanso y aprovechamos después para una visita rápida al mismo. Piedad analiza un mapa esquemático de los senderos y puntos de interés de la zona y observa que en el GR 15, a la salida de Espés, está la ermita de la Piedad, confirmando lo que le había comunicado antes por la pista entre San Feliú y Abella.
Seguimos el GR 15 después de Espés Bajo hacia Alins de donde nos separaban 5 km por el sendero. Tras remontar una loma apareció en el horizonte la población de Alins, descendiendo al barranco de La Paúl que se cruzó sin problemas con el apoyo de los bastones de montaña.
Contorneando la ladera cruzamos el barranco de la Fuente de los Vaqueros, a 1,5 km de Alins. El barranco estaba seco. En unas piedras rojizas en el mismo cauce había un fósil de unos 20 cm de diámetro del Mioceno, de hace unos 25 millones de años.
Llegamos a Alins y tras unos breves minutos de descanso, descendimos por un camino muy pedregoso hasta la carretera A-1605, junto al río Isábena, en donde nos esperaba el autobús. Allí se quedaron los dos perros que nos habían acompañado en el camino, suponiendo que serían capaces de volver a sus casas autónomamente.
Datos:
Distancia: 15,2 km. Tiempo: 5h 30 min.
Desniveles acumulados de ascenso y descenso: 599 m y767 m.
Altitudes máxima y mínima: 1.505 m y 1.219 m.