Miramos nuestra pantalla del móvil, el icono verde del whatsApp nos avisa. por fin lo anuncian!!!… «próxima salida: a los ibones de Brazatos»… Caras alegres, ojos abiertos, latidos insistentes, mecanismo en marcha… ilusión… Había ganas…
Así comenzamos la semana, ilusionados por volvernos a encontrar, juntos, en el medio que más nos gusta, la naturaleza y con nuestro amado Pirineo…
La previsión del tiempo presagia lluvias, según nos aproximamos al sábado, avisan que va a llover bastante, mucho, poco, a ratos… según la página a consultar…
Nosotros callados, nos da igual… sabemos que íbamos a ir, porque… había ganas….
Llega el día y puntuales a las 7:00 colocados en nuestros asientos, sentados esta vez alternos, uno en cada fila, no éramos muchos, unos 20, con nuestras mascarillas puestas, como mandan las normas, callados después de los correspondientes saludos… notamos el ligero desplazamiento del autobús como señal de que, por fin, partíamos a nuestro destino… contentos porque… había ganas…
La oscuridad de la mañana, y la temprana hora, nos acuna para entrar en un placentero duerme vela, que nos permite imaginar cómo iba a ser el día…
Una voz del jefe, como así, cariñosamente, se le llama, nos comunica que se iba a cambiar la dirección de la excursión, partiendo también del Balneario de Panticosa, pero tomando otra orientación, donde parece que se apreciaba una ventana que nos iba a permitir caminar, sin excesiva lluvia… Nosotros asentimos… porque… había ganas…
Llegamos… nos pertrechamos con todo lo necesario, para protegernos en caso de que la ventana se cerrara un poco…y… comenzamos a caminar hacia nuestro nuevo destino…el ibón de Urdicuso, o ibón de las ranas… nombre simpático…
Sonrientes y después de la tradicional foto de grupo… dando un paso tras otro, iniciamos el ascenso…por delante 600m de desnivel, un camino no demasiado mojado, unas leves gotas de lluvia, nubes bastantes, y… muchas ganas…
Después de un ascenso cómodo, llegamos al ibón de las ranas, no vimos ninguna por cierto… pero sí divisamos un bonito lugar, un paisaje entremezclado con un poco de niebla que, a ratos, cubría el ibon y marcaba un ambiente mágico… contentos porque nos gustaba mucho…
Las gotas de lluvia eran más frecuentes, no molestas, pero sí nos hicieron poner una prenda que, por si acaso, nos protegiera de ellas…capas de color, es lo que nos pusimos…
Así, todos coloridos y después de varias fotos en aquel lugar, emprendimos nuestra vuelta, nuestro descenso que nos mostraba el desnivel que poco, o no poco, habíamos subido…. siempre de bajada nos damos más cuenta de lo que se ha subido…
Uno detrás de otro, con precaución, porque el terreno estaba más mojado, pero no peligroso…con nuestros colores a las espaldas, íbamos formando una estela luminosa…
Llegamos a nuestro punto de partida, justo entonces las gotas de lluvia arreciaron…
Ésto nos obligó a coger el autobús para parar un poco más adelante, en el lugar que nos ofrecía un techo, de hormigón, pero que paraba las gotas de lluvia, y que nos iba a permitir comer sin mojarnos… seguíamos contentos porque… había ganas…
Un poco destemplados, por las gotas de lluvia que seguían a nuestro lado, subimos al autobús, con la firme idea de parar en Sabiñánigo, para tomar algo caliente….
Así lo hicimos, allí charlamos, allí reímos, allí llegamos a la conclusión de que mereció la pena… porque… había ganas… muchas ganas…
Por muy nublado que esté… en la naturaleza, como en la vida… el color lo pones tú…
Por muy nublado que esté… a pesar de los presagios… las ganas las pones tú…
Gracias a Antonio por la organización de ésta y todas las rutas.
Gracias a todos por poner el color y las ganas en cada una de ellas.
Mamen mg