Crónica fin de semana en Benasque
Desde que se programó el fin de semana del 23 y 24 de febrero, todos estábamos expectantes, Benasque es un valle que nunca nos defrauda, bien para hacer raquetas, esquí de fondo o simplemente pasear. Este fin de semana había que añadir un tiempo primaveral, así que el disfrute estaba asegurado.
Como estaba previsto, salimos a las 6 de la mañana tras juntarnos las dos furgonetas y un coche en la plaza Roma. Éramos un grupo de 22 en total, aunque luego se añadieron algunos más que estaban por la zona. La ilusión iba con nosotros, aunque hubiera un poco de sueño.
Antonio, Ricardo y Junior fueron los conductores de las furgonetas, y nuestro querido Ramón fue con su coche. Entre alguna cabezada y un bonito amanecer nos presentamos en Graus para el desayuno de rigor y, cómo no, saborear los deliciosos coquitos y bizcocho de Mamen. Todo va sumando y ya nos sentíamos mejor y más cerca.
Sobre las 10 llegamos a Benasque y sin parar nos dirigimos al aparcamiento justo antes de llegar al Hospital. Casi la totalidad del grupo cogió raquetas excepto un par que se decidió por el esquí de fondo: uno fue Ricardo y el otro por supuesto Javier, que participaba en la prueba que se iba a realizar al día siguiente en la XXI Marcha Popular Plan D’Están, ahí mismo, en Los Llanos del Hospital (1.747m)
El día estaba precioso, la nieve en muy buenas condiciones y dejando a la izquierda el circuito de la carrera, comenzamos nuestro estupendo paseo tras una leve pendiente. El camino se hace llevadero y va discurriendo por bosque cruzando en ocasiones con la pista de esquí de fondo. Un cielo azul nos acompaña durante todo el recorrido. El desnivel se va haciendo de forma paulatina y se disfruta muchísimo del entorno hasta llegar a La Besurta (1.860m)
Desde ahí y tras una pequeña paradita, se decidió subir al refugio de La Renclusa y dejar el Forau de Aigualluts y el ibón del Toro para otra ocasión. Un pequeño grupo se quedó ahí y el resto emprendió una subida no muy larga pero algo pendiente, que nos hizo sudar un poco, porque el sol caía con ganas, hasta llegar al refugio guardado de La Renclusa a (2.160m). Ahí comida, cervecitas y alguna foto. El entorno espectacular. Sobre nosotros las Maladetas, el Aneto un poco más escondido, pero ya con la sensación de tenerlo algo más cerca.
La bajada la emprendimos algunos con raquetas y otros con crampones, era bastante pendiente y la nieve lo permitía. La vuelta tras pasar La Besurta la realizamos por pista hasta el Hospital.
Fuimos directos a la Escuela de Montaña de Benasque para la distribución de habitaciones y la ducha. Antes de la cena, paseo por el pueblo con cañita.
El comedor estaba muy ambientado con muchos chavales, que seguramente iban a participar en la prueba del domingo. Tras la cena se ideó la excursión del día siguiente, que sería al ibón de Gorgutes.
Antes de acostarnos, Ramón nos deleitó con un simpático taller de sencillos ejercicios que nos sirvió para relajar y pasar un rato estupendo. La música y la paciencia del profe ayudó mucho.
Se nota cuando las cosas se hacen con corazón y se agradecen.
El domingo tras el desayuno, salimos de nuevo hacia el Hospital donde se quedaba Javier para competir en la Marcha; ahí se juntaría con otros compañeros del Stadium que también participaban en la misma. ¡Felicidades a todos!
El resto continuamos en coche por la pista que conduce al Ibón de Gorgutes. Desde la altura donde nos encontrábamos, a la izquierda del Plan d’Están, disfrutamos de una maravillosa atalaya desde donde pudimos ver la salida de los corredores, y cómo en alguna curva caían con facilidad debido al estado de la pista.
La nieve estaba dura ya que era pronto y el sol todavía no había calentado. Una gran mayoría optó por los crampones, si bien había que tener cuidado con algún agujero. Tras llanear durante un rato, el camino ascendía a través de un pinar y a ratos se volvía complicado ascender sobre todo para las raquetas. Tras llegar a una zona abierta con preciosas vistas, un grupo decidió volver y el resto continuó algo más sin poder llegar al ibón. Debido a la nieve, el camino no era fácil de seguir. El bonito ibón de Gorgutes nos esperará para otra ocasión.
La comida fue en Benasque, se podía elegir entre un prado aprovechando el buen día, o algún plato combinado en un restaurante de la zona. Tras la comida, dimos por terminados dos días entrañables para todos: tocaba volver.
Gracias a los organizadores, conductores y personas que idearon este bonito fin de semana. Benasque siempre deja un poso de querer más, los paisajes son tan hermosos que viajan en nuestra retina durante algunos días, pero es la gente tan estupenda que se junta, la que da realmente valor e intensidad a todo.
Hasta pronto.
Ana