De Torla a los miradores del Molar.
Sábado, 6 de noviembre. Es el día elegido por el Stadium para irnos a Ordesa; estaba previsto una semana antes pero no pudo ser y siempre queda la duda de saber si el otoño hubiera estado más o menos colorido con esa semana de diferencia, pronto descubres que Ordesa (Parque Nacional desde el año 1918) es el lugar perfecto en cualquier momento y nunca te va a defraudar.
Salimos de Zaragoza temprano a las 6:30 h y el cierzo sopla con fuerza, todavía es de noche y el grupo permanece calladito, adormilado hasta la parada para el café. En esta ocasión se hace en Fiscal y ahí se une nuestro amigo Fernando.
Dejamos el autobús en Torla (1.032 m.) en el parking habilitado junto al Centro de visitantes del parque. Es un lugar de estampa con la Iglesia de San Salvador y el impresionante macizo de Mondarruego, cubierto con las primeras nieves, como telón de fondo.
Hace frío y bien abrigaditos comenzamos la ruta por un camino peatonal que desciende hasta el puente de la Glera sobre el río Ara. No podía faltar la foto todos juntos antes de dividirnos en dos grupos, unos pocos seguirán el camino de Turieto, antigua vía de comunicación entre Torla y las praderas de Ordesa, y que discurre entre cristalinas pozas sobre el río Ara y frondosos bosques de hayas, pinos y abetos. Un paseo que no requiere tanto esfuerzo, pero una maravilla para disfrutarlo en esta época del año. El resto nos iremos hacía la ermita de Santa Ana y miradores del Molar.
Seguimos las indicaciones que nos llevan por una senda balizada como PR-HU 129 y que poco a poco va ganando altura por un precioso bosque de pinos, hayas, robles y abedules. Tras poco más de una hora y media llegamos a los llanos de Diazas donde se encuentra la ermita de Santa Ana y aprovechamos para un breve descanso.
Retomamos la senda cruzando en varias ocasiones la pista hasta llegar al mirador de la Cruceta o de la Herradura a 1.680 m. y que nos permite asomarnos al hermoso valle del Ara con Torla, Broto y Oto salpicando el paisaje.
De nuevo proseguimos por el pinar subiendo sin tregua, cruzando la pista y en algunos momentos pisando nieve hasta alcanzar el Mirador del Molar, en el pico del mismo nombre, a 2.008 m desde donde tenemos una vista impresionante de Ordesa. La pradera al fondo del valle y enfrente las paredes de Mondarruego, El Tozal del Mallo y la Faja de las Flores. Más a la derecha El Cilindro de Marboré, Monte Perdido y el majestuoso Tobacor. También Punta Diazas y la loma piramidal de Punta Acuta (2.242 m).
Tras disfrutar de esas maravillosas vistas y hacer las fotos pertinentes, se decide seguir hasta un collado entre Punta Diazas y Punta Acuta, que la dejamos pendiente para otra ocasión, porque hoy no tenemos tiempo. Vamos un buen rato por pista y el último repecho campo a través hasta un alto donde seguir contemplando la belleza de nuestro Pirineo. Se hace tarde y decidimos comer algo ahí, al abrigo del viento, mientras otro grupo comienza la bajada. El regreso lo hacemos entre pista y algún alcorce y llegamos a Torla justo para subir al bus.
Según el track de nuestros amigos, hicimos un desnivel de 1.270 m. y una distancia de 16,66 Km. en 4 horas 30 minutos más paradas.
Creo que todos estábamos felices de regreso a casa, desde Óscar, el chaval infatigable y súper simpático, hasta Irene, pletórica de haberlo conseguido. La jornada había sido intensa y gratificante y es que pasear por Ordesa es realizar siempre un maravilloso sueño.
Ana Azón