Irene Lahuerta creció en el baloncesto en Stadium Casablanca, luego volvió en una segunda etapa con el equipo de máxima categoría y es uno de esos deportistas que han llegado a profesionales y comenzaron en nuestra cantera.
Acabas de pasar tu primera experiencia fuera de Zaragoza en Cáceres y la próxima temporada estarás en el Promete de Logroño ¿imagino que estás satisfecha de cómo evoluciona tu carrera con sólo 24 años de edad, aunque acabas de vivir un descenso?
Estoy muy contenta. Ha sido un año durillo, pero hay que quedarse con lo bueno y he aprendido mucho. Ha sido una experiencia muy enriquecedora vivir la élite del baloncesto fuera de tu casa. Te das más cuenta de lo que es dedicarte por y para el baloncesto. Estoy con muchísimas ganas de seguir entrenando y mejorando, a ver hasta donde llego en el deporte.
La temporada en Cáceres ha sido complicada, muchos cambios de jugadoras, nunca ha habido un núcleo de equipo. Es un conjunto amplio de cosas lo que provoca que un equipo descienda y se pasa mal. Era un proyecto bonito y es un golpe terminar la temporada con el descenso, pero hay que sacar lo bueno.
Ya llevas más de 130 partidos en la máxima categoría del baloncesto femenino español, ya es un dato muy serio. ¿Tú pensabas en alcanzar estas cifras y tan joven?
Lo mío ha sido muy progresivo. Tenía 19 años, estaba en la cantera del Barcelona y todo cambió cuando me llamó Víctor Lapeña que me quería en el equipo de Liga 1 y naturalmente no dudé en volverme a casa a Zaragoza y a Stadium Casablanca. Poco a poco, he ido cada año evolucionando y cada vez me ha ido gustando más dedicarme al baloncesto. Y me he dado cuenta de que puedo jugar en la máxima categoría.
¿Ahora ya te sientes profesional de verdad?
Claro, claro y jugar fuera de Zaragoza me ha hecho darme cuenta mucho más.
¿Estudias algo, aparte de tu dedicación al baloncesto?
En Zaragoza estaba estudiando ADE compaginando con los entrenamientos y los partidos. Este año en Cáceres lo he hecho a distancia y acabo la carrera ya. Luego quiero hacer un máster y seguir estudiando. Es complicado compaginar, pero yo considero necesario seguir formándome fuera del baloncesto.
Háblanos de tu vinculación con Stadium Casablanca ¿Cómo entraste en nuestro club?
Yo jugaba en Jesuitas. Mis mejores amigas, las hermanas Llera, jugaban en Stadium y fueron las que me animaron a venir también aquí. Tenía 10 años, en cuarto de primaria, era benjamín. Aquí continué en alevín e infantil, y ya en cadete me voy a la cantera del anterior MANN-FILTER y luego a la del Barcelona, pero yo me he criado aquí en Stadium Casablanca. En esa edad de los 10 a los 14 años estaba todo el día en Stadium.
Y luego volviste a Stadium Casablanca, ya en la máxima categoría con Víctor Lapeña de entrenador. Había mucho interés en recuperar a jugadoras aragonesas que pudieran tener el nivel suficiente para formar parte de la plantilla de nuestro equipo.
Yo me fui con 14 años y vuelvo con 19. Para mí fue maravilloso jugar en aquel equipo junto a Paola Ferrari, Gabi Ocete, Zlatanova, Ani, mi amiga Carolina Esparcia. Fue como un sueño y estuve 5 temporadas en el MANN-FILTER de Stadium Casablanca.
¿Qué significa en tu vida Stadium Casablanca? ¿Cómo valoras este club?
Un montón de cosas. Han sido dos etapas muy diferentes de mi vida. Este era mi otro hogar en esa primera época de niña, he crecido aquí. Y luego otra etapa de oportunidad, ya no venía sobre todo a pasármelo bien o a comer chuches con las amigas. En esta segunda etapa vengo muy seriamente a entrenar y a trabajar. Una gran oportunidad de disfrutar del baloncesto, pero de otra manera.
Son dos etapas muy diferentes, pero muy importantes: la formación y el inicio de mi trayectoria profesional.
Stadium Casablanca es un lugar muy especial para mí, que me ha marcado mucho. Aquí han pasado algunos de mis mejores recuerdos, íbamos a muchísimos torneos, campeonatos de España. Y luego es también inolvidable esa segunda etapa jugando en un pabellón lleno a veces junto a grandísimas jugadoras.
Una última pregunta. Tú eres un ejemplo de haberte iniciado en Stadium Casablanca y haber llegado a internacional en categorías base y luego a profesional ¿Qué les dirías a las niñas que ahora empiezan en Stadium Casablanca?
Lo principal es que el baloncesto se lo tienen que tomar como algo que les guste, que disfruten. A mí me encantaba venir con mis amigas cada día y los sábados de partido. Tienen que verlo como un juego y no agobiarse. Que disfruten de este deporte tan bonito, y que ya se verá adonde puede llegar cada una. Lo que tienen que hacer es pasárselo bien.